Filosofía
primera y ciencia del ser de Aristóteles
La pregunta por el
ser en cuanto tal
“Hay una ciencia que estudia el ser en cuanto ser y sus
atributos esenciales” –afirma Aristóteles en Metafísica, IV, 1, 1003 a 21. Esta afirmación, tras siglos de
“especulación metafísica”, nos puede resultar hoy banal, pero no lo era para
sus contemporáneos. El problema del ser -¿qué
es el ser?- tal vez sea el “menos natural” de los problemas -explica Pierre Aubenque-. El sentido común apenas se lo plantea, pues en la vida cotidiana
lidiamos con entes, es decir, con
realidades concretas e individuales, no con el
ser en cuanto tal.
Sin embargo, pueden parecer exageradas las afirmaciones de
Pierre Aubenque de que ni la filosofía prearistotélica ni la tradición
inmediatamente posterior se plantearon esta pregunta, o la afirmación de que
las tradiciones no occidentales jamás la han barruntado ni rozado[1].
Para el gran comentarista francés, no nos damos cuenta de lo asombrosa que es
la pregunta de Aristóteles por el ser en
cuanto tal, porque vivimos dentro de su pensamiento, reflejado en la
gramática que se construyó sobre sus categorías. La ciencia de ser carecía de
antepasados y de tradición. No había en la clasificación de las disciplinas
filosóficas ningún hueco para lo que hoy llamamos ontología. Los platónicos dividían la filosofía en dialéctica
(lógica), física y ética. Para los estoicos, la filosofía podía ser imaginada
como un campo, cuyo suelo es la física; el cercado, la lógica; y el fruto, la
moral. De modo similar, los epicúreos distinguían en filosofía: la canónica
(lógica) la física y la ética.