APERTURA GEOGRÁFICA, CÓSMICA Y TEMPORAL
El Renacimiento es una etapa crítica. Fue anticipado por la recuperación de los textos de Aristóteles en el siglo XII y los comentarios que suscitaron durante la gran época de la escolástica cristiana en las principales universidades. A finales del medievo ciertos monjes como Alberto Magno, Juan Buridano, Nicolás Oresme o Guillermo de Ockam se interesaron por investigaciones físicas, preocupándose ya por contrastar la argumentación racional con la experiencia. Y todavía en el XVI, la escolástica de Francisco Suárez y otros monjes intelectuales españoles, racionalista, aristotélica sobre todo, triunfará en las universidades, siendo sus obras esenciales en la formación de los principales autores modernos: Descartes, Wolff, Leibniz... Sin bien reaccionan contra ella, echan manos de sus recursos teóricos.
En general, en el renacimiento se producen múltiples movimientos de apertura: hacia el nuevo continente descubierto por Colón, hacia el pasado clásico y su tradición semiolvidada; hacia el futuro con una nueva concepción de las posibilidades de transformación del medio mediante el trabajo humano; y hacia el cosmos, pues resucita la pasión por la astronomía: nuevas observaciones y cálculos permitirán lo que se ha llamado revolución copernicana que promoverá el cambio de modelo, del geocentrismo de Ptolomeo, al heliocentrismo. La evolución elíptica de los planetas en torno al sol, incluida la Tierra, será matematizada por Kepler.
La apertura de la ruta de la seda hacia China (v. los célebres viajes de Marco Polo) consentirá la importación de técnicas que tendrán una relevancia grandísima en el surgimiento de la modernidad: la imprenta, que con tipos móviles será desarrollada por Gutenberg y que permitirá la difusión más barata de la cultura y su extensión a las capas burguesas, la brújula, necesaria en los viajes transoceánicos; y la pólvora, que se usará en Occidente para el desarrollo de armas de fuego. Las fronteras de los nuevos Estados nacionales (España, Francia...) se trazarán a cañonazo limpio.