Tres sistemas
Algunas inteligencias, la de Cicerón entre las más
tempranas, pensaron que las diferencias entre el idealismo esencialista
platónico y el realismo empirista de Aristóteles era más bien formal que real. O
sea, diferentes nombres para doctrinas análogas. Mas distaba mucho el Liceo de
firmar la paz con la Academia, mucho menos con el escepticismo crítico en que
esta derivó cuando Roma mandaba en el Mediterráneo. La Edad Media bebió cuanto
pudo de lo que conoció de ambas tradiciones, a veces confundidas en copias de
copias, o pasadas por el tamiz del árabe o del hebreo. La cuestión debatida en
los fogonazos del siglo XIII, que anunciaban ya el renacer de la superior
cultura fue la célebre Disputa de los Universales, piedra de toque donde la
Escolástica en su plenitud demostró su valía.