Pulverización. Semillas de adelfa. |
Llamamos
acontecimientos azarosos a los hechos cuyas causas desconocemos. En este
sentido, el azar habría cumplido la misma función epistemológica o de
“tapa-huecos” que la idea de providencia divina. Simplemente achacamos al azar o
a la inescrutable voluntad de Dios lo que sucede cuando no podemos explicar
necesariamente por qué sucede, es decir cuando no conocemos las causas de los fenómenos.