Occam adoptó el nominalismo por razones extrafilosóficas, teológicas, para salvar la omnipotencia divina, pues si los Universales o Ideas están en la mente de Dios o son modelos en/de las cosas, limitan el infinito poder de Su voluntad (voluntarismo).
En el siglo XI fue nominalista Roscelino de Compiègne; pero el más famoso nominalista medieval será en el siglo XIV Guillermo de Occam (Princeps nominalium).