Helenismo y neoplatonismo
Copleston distingue tres fases en la filosofía
helenístico-romana:
1) De fines del IV a. C. hasta mediados del I a. C.: caracterizado por la fundación de las filosofías estoicas y epicúreas. Contra
ellas y sus sistemas “dogmáticos” se alza el escepticismo de Pirrón y los
pirrónicos y la vena escéptica de la Academia Media y Nueva.
2) Desde mediados del I a. C. hasta mediados del III d. C.: es la época de los doxógrafos, que recogen las opiniones (doxai) de los sabios
antiguos, entre los cuales sobresalen los alejandrinos. A la vez que progresa
la investigación científica aplicada, se dan tendencias místicas y de
sincretismo filosófico-religioso.
3) De mediados del III d. C. hasta mediados del siglo VI, y
en Alejandría hasta el VII d. C., es la época del neoplatonismo. Una filosofía
de fusión que pretende combinar todos los elementos válidos de todas las
doctrinas filosóficas y religiosas de Oriente y Occidente, y que influirá
enormemente en la especulación cristiana, tanto latina (San Agustín, Tomás de Aquino) como
griega (Orígenes, Pseudo-Dionisio).