domingo, 13 de abril de 2025

GABIROL Y SU METAFÍSICA



“Investiga y ama”

Gabirol (Avicebrón)

 

Introducción

 Los del “pueblo elegido por Yavé” llegaron a la Península ibérica en el siglo IV, discípulos de Rabbanín, descendientes de Jehudah el Santo y Gamaliel, maestro que fue de san Pablo[1]. Bajo los Omeyas de Córdoba se había desarrollado en Al-Ándalus una cultura no inferior a la de Bagdad. No obstante, ni los árabes ni el Islam fueron aficionados a la filosofía, ciencia exótica para ellos y mirada con aversión por "los buenos creyentes"; el teólogo y jurista persa Algazel propuso su destrucción[2]. A los árabes correspondió sin embargo el importante papel de su transmisión, pues cuando se apoderaron de Siria, Caldea y Persia aún se conservaba allí la sabiduría de los últimos alejandrinos y la sapiencia de los herejes nestorianos. Sin embargo, la filosofía[3] o “falsafa” floreció en Al-Ándalus en el siglo XI tras la caída del califato en los reinos de taifas. Dos intelectos brillaron entonces: el judío Shlomo ben Yehudah Ibn Gabirol o Salomón Abengabirol, llamado por los cristianos Avicebrón (1021-1070?[4]), cuya Fuente de la vida enlaza con la obra de Ben Masarra y con el talento del zaragozano Ibn Bayya, llamado también Avempace (1085-1138).