miércoles, 3 de febrero de 2021

WITTGENSTEIN Y LA ÉTICA

Wittgenstein  niño


"Sólo una cosa es necesaria: ser capaz de ver con una actitud contemplativa todo lo que a uno le ocurre. ¡RECOGERSE! ¡Que Dios me ayude!" 

"Es infinitamente difícil resistirse siempre al mal. ¡Con el estómago vacío, y sin haber dormido bien, resulta difícil servir al espíritu!"

 L. Wittgenstein. Diarios secretos, 1914.


CONFERENCIA SOBRE ÉTICA

Texto y comentario


“Es decir: veo ahora que estas expresiones [las de la ética y la religión] carentes de sentido no carecerían de sentido por no haber hallado aún las expresiones correctas, sino que era su falta de sentido lo que constituía su mismísima esencia. Porque lo único que yo pretendía con ellas era, precisamente, ir más allá del mundo, lo cual es lo mismo que ir más allá del lenguaje significativo. Mi único propósito- y creo que el de todos aquellos que han tratado alguna vez de escribir o hablar de ética o religión- es arremeter contra los límites del lenguaje. Este arremeter contra las paredes de nuestra jaula es perfecta y absolutamente desesperanzado. La ética, en la medida en que surge del deseo de decir algo sobre el sentido último de la vida, sobre lo absolutamente bueno, lo absolutamente valioso, no puede ser una ciencia. Lo que dice la ética no añade nada en ningún sentido, a nuestro conocimiento. Pero es un testimonio de una tendencia del espíritu humano que yo personalmente no puedo sino respetar profundamente y que por nada del mundo ridiculizaría” (L. Wittgenstein, 1930).