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martes, 3 de marzo de 2020

FE Y CRISIS DEL PROGRESO

VOAEX: Viaje de (H)ormigón por la Alta Extremadura,
Wolf Vostell, 1976. Paraje natural de Los Barruecos (Malpartida, Cáceres)

  
A finales del siglo pasado menguó el interés por la conquista de la galaxia. Salvo a los astrónomos, los empleados de la NASA y unos cuantos frikis repartidos por las naciones del planeta Tierra, ¿a quién le importa ya que esta o aquella sonda haya rebasado Plutón? Incluso Plutón ha perdido su antaño consideración de “planeta” para ser una roca más entre la multitud de mundos muertos que orbitan alrededor del sol en un radio lejanísimo. No hay signos que palíen la soledad de nuestra raza o vulneren el silencio del cosmos, que no ha hecho sino extenderse más y más desde la revolución científica del XVI, como un precipicio inhumano o un pozo sin fondo, o cuyo abismo es la Nada paradójica de los agujeros negros. La Historia universal del hombre parece ser la de un relato épico pero inútil y, lo peor, sin oyentes.

sábado, 6 de octubre de 2012

El fragmento de Anaximandro


El nacimiento a los seres existentes les viene de aquello en lo que se convierten al perecer, ‘segùn la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo’.
Anaximandro de Mileto (siglo VI a. C.).

 Si Tales ha merecido el título de primer filósofo por su abandono de las fórmulas míticas, Anaximandro fue el primero del que tenemos testimonios concretos de que hizo un intento comprensivo y detallado por explicar todos los aspectos del mundo de la experiencia humana (Kirk y Raven).Teofrasto –discìpulo de Aristòteles y continuador suyo en la dirección del Liceo- llamó a Anaximandro “sucesor y discípulo” de Tales, y la tradición doxogràfica[1] posterior lo hizo también su pariente, compañero, amigo o conciudadano.

El texto que comentamos pasa por ser uno de los más antiguos de la historia de la filosofía (y de la ciencia) que se nos han conservado. La cita procede de la Física de Simplicio, un neoplatónico bizantino (490-560) que debió emigrar a la Persia de los sasánidas cuando Justiniano I cerró la Academia con sus Edictos contra el paganismo en 529. Seguramente, Simplicio toma su cita (las palabras entre comas simples) de una versión de la historia de la filosofía procedente de Teofrasto (371-287), en el contexto de un análisis peripatético del principio material (perì  arjês). Sin duda, los presocráticos no hacían distinciones entre material y formal. Y esa consideración de su física como materialista es una interpretación peripatética sesgada. No creo que Anaximandro pensase su famoso to apeiron (lo indefinido o ilimitado) como un principio exclusivamente “material”.