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viernes, 13 de agosto de 2021

IMPUREZAS DE LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA

La pámpana de la chumbera (Opuntia ficus)
devora la alambrada y la trasciende

 Dedicado a Maricarmen Cabrera López

Me ha dicho una filósofa, a la que los amigos llaman Yeya, que además de guía turística titulada estudió "filosofía pura" con Pedro Cerezo en la Universidad de Granada. Le dije, con insinuante picardía, que yo no creía que existiese una "filosofía pura". Ella me dio la razón con una significativa y estimulante sonrisa.

domingo, 20 de junio de 2021

LOS MUNDOS NO SON EL UNIVERSO (Markus Gabriel y Kant)


Vilanos de barba de cabra (Tragopogon porrifolius)


LA FILOSOFÍA COMO POLÉMICA

Los filósofos suelen ser mejores refutando y arremetiendo contra las concepciones de otros filósofos y criticando los puntos de vista ajenos que construyendo teorías irrefutables de la realidad. Esto no quiere decir –como afirmaba Gustavo Bueno- que toda filosofía sea polémica, que todo pensar sea pensar contra, adversa dialéctica, discusión contra ideas ajenas. 

lunes, 29 de junio de 2020

MODALIDADES Y LEIBNIZ


MODALIDADES ALÉTICAS

Representación y Modos de aseverar

Ser se dice de muchas maneras y hay diversos modos de ser. El español distingue un modo de ser provisional al usar “estar”, pues no es lo mismo “estar enfermo” que “ser enfermo”. Para el diccionario, la modalidad es una actitud del hablante en relación al contenido de lo que comunica. La gramática reconoce seis modalidades de oración: enunciativa, interrogativa, exclamativa, exhortativa, desiderativa y dubitativa.

En principio, cuando uno pregunta (¿qué hora es?), exclama (¡Ay!), exhorta (¡porfa!), expresa un deseo (¡ojalá llueva!) o duda (“tal vez venga”), no asevera. Aseverar es enunciar por lo menos una proposición con significado y sentido (“nieva”), es decir, una frase interpretable dentro de un contexto semántico y susceptible de ser verdadera o falsa. Es por tanto la modalidad gramatical enunciativa la que interesa sobre todo al científico, al filósofo y al lógico.

viernes, 22 de enero de 2010

ESENCIA Y EXISTENCIA EN TOMÁS DE AQUINO


La distinción esencia/ existencia no era nueva en la época de Tomás de Aquino. Algunos filósofos islámicos como Alfarabi (muerto c. 950), Avicena (m 1037) y Algazel (m. 1111), ya la habían tenido en cuenta. Pero ellos se referían a la existencia como un "accidente", si bien Avicena se dio cuenta de que no podía ser un accidente como los demás.

Tomás de Aquino dio una gran importancia a esta distinción que, por ser sumamente abstracta (metafísica), nos resulta difícil de entender, aunque pueda ser expresada en relación al lenguaje corriente: así, un niño puede preguntar qué son un dinosaurio y un elefante, y el padre puede recurrir al diccionario o explicárselo sin aludir al hecho de que los elefantes existen (tienen ser actualmente) y los dinosaurios no.

Esencia es la sustancia en tanto que definible, la quididad, "aquello que se entiende en la definición de una cosa" (De ente et essentia, 2), de este modo las cosas materiales sensibles son esencialmente "compuestos hilemórficos" (conjuntos concretos e indivisibles de materia y forma). La existencia es el acto de ser; se dice que una cosa existe cuando es actual, no cuando está en potencia.

Esencia es el componente potencial metafísico o la posibilidad lógica (abstraída por análisis) de una cosa: "lo que es" (quod est), mientras que existencia es el acto "por el cual" la esencia tiene ser (quo est).

Se trata de una distinción metafísica y no física, dentro de una cosa. La esencia y la existencia no son para Tomás de Aquino dos cosas. No hay esencia objetiva sin existencia, y no hay existencia que no sea la existencia de algo finito y concreto. La existencia se recibe o está limitada por la esencia.

Los seres finitos están compuestos de esencia y existencia (De veritate, 27, 1 ad 8). Mientras la distinción entre esencia y existencia en Dios es puramente mental, en las cosas finitas no es sólo mental, por consiguiente (al menos así lo interpreta Copleston), Sto. Tomás de Aquino afirmó una distinción objetiva o real entre la esencia y la existencia en las cosas finitas:


"Toda esencia puede ser entendida sin entender su existencia actual. Pues puedo comprender lo que es un hombre o un fénix y no saber, sin embargo, si existen en la naturaleza. Es manifiesto, por tanto, que la existencia es diferente de la quididad, a menos que exista algo cuya esencia sea la existencia"
                                                        De ente et essentia, 5.