![]() |
VOAEX: Viaje de (H)ormigón por la Alta Extremadura, Wolf Vostell, 1976. Paraje natural de Los Barruecos (Malpartida, Cáceres) |
A finales del siglo pasado menguó el interés por la
conquista de la galaxia. Salvo a los astrónomos, los empleados de la NASA y
unos cuantos frikis repartidos por las naciones del planeta Tierra, ¿a quién le
importa ya que esta o aquella sonda haya rebasado Plutón? Incluso Plutón ha
perdido su antaño consideración de “planeta” para ser una roca más entre la
multitud de mundos muertos que orbitan alrededor del sol en un radio
lejanísimo. No hay signos que palíen la soledad de nuestra raza o vulneren el
silencio del cosmos, que no ha hecho sino extenderse más y más desde la
revolución científica del XVI, como un precipicio inhumano o un pozo sin fondo,
o cuyo abismo es la Nada paradójica de los agujeros negros. La Historia universal
del hombre parece ser la de un relato épico pero inútil y, lo peor, sin oyentes.