Atlas de Filosofía. Alianza editorial, Madrid 2003. Descartes y la conciencia del "yo pienso" superando los motivos de la duda |
PREGUNTA
¿Cuál es la diferencia entre ideas innatas y conceptos a priori?
RESPONDO
Se trata de una distinción de matiz, pero también histórica.
Descartes distinguió entre ideas innatas (las que ya están en la mente antes de toda experiencia), adventicias (proceden de la experiencia, como la idea de gato) y facticias o ficticias (como las ideas de sirena o minotauro).
Razonaba que la idea de infinito tiene que ser innata, porque no tenemos experiencia de algo sin límites, ni es posible que algo como mi mente, que duda y se equivoca, o sea limitada, produzca de suyo lo ilimitado (infinito). De ahí sacó su prueba de la existencia de Dios. Si lo infinito está en mí y no procede de mí, ha de haber sido puesto en mí por lo Infinito mismo, luego Lo Infinito existe, luego Dios, que Descartes identifica con Lo Infinito, existe.
Esquema de la demostración de la existencia de Dios, a partir de la idea "innata" de infinito |
Por su parte, Kant habló de los conceptos a priori como aquellos (categorías) que nos sirven para ordenar la experiencia (los fenómenos). Por ejemplo, si digo que "El planeta Tierra atrae a un satélite"; este juicio supone la categoría de existencia, la de unidad, la de realidad, la de causalidad, etc. Pero yo no tengo experiencia ni de la existencia en sí, ni de la unidad, etc. Por consiguiente, no sé si los conceptos a priori son algo más que mi modo de entender los fenómenos, es decir lo que viene de afuera, lo a posteriori, construyendo así objetos científicos según la naturaleza de mi sensibilidad, imaginación y entendimiento.
Las conceptos a priori (exactamente doce) simplemente forman parte de nuestra naturaleza racional, de nuestro modo de ordenación lógica del mundo, son condiciones subjetivas y trascendentales del entendimiento humano. De lo que se sigue que entendemos el mundo tal y como somos, pero no sabemos cómo es en sí. De ahí el papel trascendental del sujeto en la epistemología kantiana.
La epistemología contemporánea que tiene en cuenta la complejidad de los procesos cuánticos parece haber confirmado este punto de vista, pues no parece haber objetividad al margen del observador. El principio de Incertidumbre y la superposición cuántica parecen dar protagonismo al sujeto, que decide si medir una magnitud u otra y que con su acción ( o tal vez solo con su intención)de observar) determina la continua fluencia de la realidad, la vuelve objetiva. En efecto, el gato de Shrödinger no está ni vivo ni muerto o está vivo o muerto hasta que el sujeto observante abre la caja.
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